Todo el tiempo hacemos Storytelling.
Storytelling no son las “recetas” que usas para dar una exposición, no es sólo la respiración, o arrancar con un chiste, contar una historia, o saber que tenes que mostrarte con los brazos abiertos y las palmas hacia arriba. Storytelling tiene que ver con las narrativas que construimos. Los humanos existimos a partir de las historias que nos contamos y que nos cuentan. Todo lo entendemos en forma de historia. Entonces cuando expongas vas a entrar en alguna de las historias que tus espectadores ya tengan en su mente. Tu historia es la que ellos tienen que aprender para que no crean que repite una que ya tienen.
La manera en la que contamos, construye nuestro futuro. Nada más ni nada menos. Y construye el futuro no sólo por las oportunidades que se pudieran abrir con otros, sino porque lo vamos construyendo como posibilidad en nosotros. Las construimos para contárselas a otros y eso también opera internamente en nosotros. Nos dicen: “somos lo que comemos”, bueno en realidad “somos lo que pensamos”.
Por más de que te prepares una y otra vez para hacer tu exposición, lo que estes pensando en ese momento, va a mandar en vos por sobre lo que digas. Lo que te estes contando a vos mismo de que cómo te están viendo los otros … va a ser tu realidad, y esa realidad siempre son interpretaciones. Si crees que es valioso lo que vas a contar, o si dudas de si los vas a impresionar, esos pensamientos van a estar condicionando tu manera de presentar. Por más de que tu presentación o tu idea sean excelentes, si tus pensamientos son de miedo, duda o de que crees que los estas aburriendo, esa es la energía con que vas a contar tu exposición y la que van a recibir quienes te estén escuchando.
Las narrativas internas son muy poderosas al momento de concretar nuestros sueños. Podemos aprender a dirigirlas, a diseñarlas, a liderarnos internamente para conectar con los otros y que les llegue nuestra exposición
Entrenarse para exponer, a partir del liderazgo interno, es una de las prácticas que mayor autoconocimiento genera. Porque aprender a exponer durante 10 minutos o 20 minutos o, 1 hora, en la que no vas a tener retornos concretos de nadie, en la que no vas a tener la posibilidad segura del 1 a 1, sino que vas a tener que sostener tu energía, a través de tus narrativas internas para poder creer en vos y en lo que estás contando durante cada uno de los minutos de tu exposición.
Ese esfuerzo, esa conquista de haber logrado seguir con tu historia a lo largo de todos esos minutos, se expande luego en toda de tu vida personal y profesional. El autoconocimiento es el verdadero poder. El Storytelling desarrolla ese poder. Entonces el desarrollo siempre es desde adentro hacia afuera y no desde afuera aprendiendo sólo formas a imitar.
“Sin Autoconocimiento, no hay Magia”